Esta vivienda se ubica en un paisaje privilegiado, en una zona abancalada con unas vistas espectaculares sobre Biar. Se proyectó una solución que no tuviese mucha presencia, con una clarísima vocación de integrarse en el entorno y paisaje existente, concretamente en la ubicación concreta que se eligió dentro de la parcela, que aunque no era la zona de ésta con mayores vistas sobre el pueblo y castillo de Biar, sí era la menos provista de arbolado y en la que con toda seguridad menos modificábamos el paisaje natural.
La vivienda se plantea con una completa integración en los bancales. La planta baja queda al nivel del bancal inferior, de manera que la vivienda sólo aparenta tener una altura a efectos de volumetría. Esta planta alberga la zona de noche, una sucesión de tres dormitorios con sus baños correspondientes terminan en una zona abierta polifuncional, zona de estar, sala de lectura, despacho, biblioteca o zona de juegos para los niños, todo es posible en esta esquina privilegiada con vistas al castillo. El pasillo que distribuye los dormitorios deja de funcionar como tal y adquiere el uso de vestidor para los dormitorios infantiles, actuando a su vez como cámara aislante entre el terreno y la vivienda. En cuanto a su tratamiento exterior, un aplacado de piedra Bateig y despiece horizontal marcará la continuidad contemporánea a los márgenes de piedra de los bancales al estar en el mismo plano. En cuanto a los huecos, se tratan como rasgaduras horizontales continuas, para potenciar aún más la horizontalidad del bancal.
El volumen superior aloja la zona de día, en un volumen prismático en vuelo sobre el bancal inferior nos encontramos con el amplio salón comedor cocina, un atractivo espacio por tener vistas y soleamiento desde las cuatro orientaciones, desde aquí se domina todo el paisaje, el techo de la planta inferior, pasa a ser aquí una terraza totalmente vinculada a la vivienda y que además es el nexo de unión, junto a una pérgola de la vivienda con el anexo de invitados. Una pieza casi exenta
